Hay tres motivos para pelear en una guerra. El primero es por la carrera. Es muy común, pero no es una base firme para un buen soldado. La gente teme morir y sólo piensa en su porvenir. El segundo es por ideología. Amor a la patria. Es mucho más interesante, pero los soñadores se desmoronan. No son lo suficientemente fuertes. Son demasiado superficiales. Irresponsabilidad juvenil, arrogancia juvenil. A menos que esté consumido por eso. Que sea un verdadero fanático, entonces sería un buen soldado. -¿Y el tercer motivo? -Odio. Odio hacia el enemigo. El odio seduce. Obliga a hacer cosas que nunca pensó que podría llegar a hacer. Otra cosa es el odio causado por neurosis personales... El neurótico es inteligente, y duda mucho. Si es traicionado, su odio se desvanece. Y la duda gana. La guerra no es buena para los neuróticos. Un padre gentil y bueno no puede encontrarse en la guerra. Llama y Limón , 2007