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Mementos del cine (CCXXIX)


Las primeras veces que escuchas una canción, te produce rechazo o indiferencia. No disfrutas de la escucha, porque te es ajena. Luego, cuando la vas escuchando, la vas memorizando. Te vas acostumbrando a sus patrones y ya puedes predecir qué va a sonar después, pero la canción aún te sigue sorprendiendo en cada escucha (...) y este equilibrio entre familiaridad y sorpresa es lo que hace que te encante. 


Al final se trata de que la exposición repetida a un tipo de música y asociarla con experiencias placenteras te lleva a querer escucharla más y más. Y esto es relativamente independiente de la complejidad de la música. La música más compleja simplemente tiene menos repeticiones de patrones simples. Porque también tiene sus patrones. Y por ello, la curva de familiaridad es más alargada. Cuesta más hacerse a ella, pero también cuesta más cansarse de ella. 

Martí Montferrer Jurado en ¿Existe la CANCIÓN PERFECTA? (ft. CdeCiencia), 2018