Las tres leyes de la robótica:
Primera ley:
Un robot no puede lastimar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sea lastimado.
Segunda ley:
Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano excepto cuando estas órdenes estén en oposición con la primera ley.
Tercera ley:
Un robot debe protejer su propia existencia siempre y cuando esta protección no difiera con las primeras dos leyes.
(...)
La conducta suicida de la humanidad ha llegado a su fin.
Yo, robot, 2004