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Mostrando las entradas etiquetadas como —Woody Allen

Mementos del cine (CXCIV)

-Nací con un don muy raro. Puedo ver el futuro. -Si puedes ver el futuro, ¿cómo no supiste que yo saltaría del edificio y caería encima tuyo? -Tal vez lo hice.  Yolonda Ross, Ed Begley Jr. y  Christopher Evan Welch  en Así pasa cuando sucede , 2009

Mementos del cine (CLXXXI)

Ah, voy a morir antes de la cosecha.  La cosecha. El grano. Los campos rebosantes de trigo. El trigo. En la vida no hay más que trigo.  Un trigo. Dos trigos. ¡Tres trigos! ¡Inmensas montañas de trigo!  Trigo amarillo. Trigo rojo. Trigo con plumas. Crema de trigo.  (...) Trigo. Estoy muerto y están hablando de trigo. Diane Keaton y Woody Allen en La última noche de Boris Grushenko , 1975

Mementos del cine (CLXV)

–Se ha recuperado totalmente, excepto por algunas pequeñas manías. (...) Para desayunar pidió unas cosas raras que llamó "trigo germinado", "jalea real", y "leche de almendras". –Ah sí, eran alimentos que hace muchos años se creía que contenían propiedades que alargaban la vida.  –¿Es que entonces no había jamón, ni solomillos, ni pasteles de crema o chocolate? * –Soy lo que se llamaría un ateo teológico existencial. Creo que hay una inteligencia en el Universo excepto en ciertas partes de los Estados Unidos.  –¿Por qué nunca logro comprender lo que dices? * Siempre he creído que para interpretar bien el jazz hay que ser negro, y yo sólo soy un mulato.  Woody Allen en El dormilón , 1973

Mementos del cine (CXXVIII)

¡El truco de la caja china! (...)  ... ni siquiera el mago sabe cómo sucedió. Woody Allen y Mae Questel en Edipo Reprimido (en Historias de Nueva York ), 1989

Mementos del cine (C)

En seguida me di cuenta de que me había enamorado, porque al olerla sentí dentro de mí como náuseas. (...) * Cuando le dije si quería lavarme los calzoncillos, en ese momento, sé que nació algo entre nosotros.  Janet Margolin en Toma el dinero y corre , 1969

Mementos del cine (LVII)

Estáis muy equivocados, veréis: una persona no haría nada bajo hipnosis que no hiciera en la vida real.  Woody Allen y Helen Hunt en La maldición del escorpión de jade , 2001

Mementos del cine (XLII)

Mientras que las demostraciones y fiestas mantiene ricos y divertidos a su hermana y al amante, Zelig, lleva una existencia inexistente. Carente de personalidad y con sus cualidades humanas perdidas en la vorágine de la vida, se siente solo, mirando fijamente al espacio, como si fuera un cero a la izquierda o un fenómeno actuando. Él, que no quería sino acomodarse, pertenecer, ser ignorado por sus enemigos, y ser amado, ni está acomodado ni pertenece. Sus enemigos lo vigilan, y nadie se preocupa por él.  Zelig , 1983

Mementos del cine (XLI)

Cuando Leonard era niño, los antisemitas se metían con él. Sus padres, que nunca se ponían de su parte y le echaban la culpa de todo, tomaban el bando de los antisemitas. Le castigaban encerrándole en un armario y cuando se enfadaban de verdad, se encerraban también con él. En el lecho de muerte, Morris Zelig, dice a su hijo que la vida es una pesadilla inútil, dándole un solo consejo: ahorra cortezas de naranja .   Zelig , 1983

Mementos del cine (XXXV)

Dobel dice que los crímenes de los nazis fueron tan inmensos que si toda la raza humana desapareciera como castigo, podría argumentarse que estaba justificado. Todo lo demás , 2003

Mementos del cine (XXXIV)

Rompí con una chica y me enviaron a un psiquiatra, dijeron... dijo... en fin... ¡¿Por qué está tan deprimido, y ha hecho todo lo que ha hecho?! Y yo dije, bueno... porque yo quería a esa chica y me dejó... y él dijo... en fin... pues tenemos que estudiar eso... y yo dije no hay nada que estudiar: yo quería a esa chica y ella me dejó. Y el dijo: pues, tenemos, en fin... ¡¿Por qué es tan intenso, por qué su sentimiento es tan intenso?! Y yo: porque quiero a esa chica. Y él: bien, bien, ¿y qué hay debajo de eso? Y yo dije: nada, debajo de eso quiero... en fin... quiero a la chica. Y el dijo: pues tendré que darle medicación o algo. Yo: no quiero ninguna medicación, quiero a la chica. Y el dijo: bien por lo menos tenemos que trabajarlo. Y en ese momento, arranqué de cuajo el extintor de incendios de la pared y le atizé. Le atizé en todo el cogote. Y al instante, unos tíos de la compañía eléctrica me enchufaron unas pinzas de batería en la cabeza. Todo lo demás , 2003

Mementos del cine (XIII)

Gene Wilder y Deisy en Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar , 1972

Momentos del cine (IX)

Hablar es el precio que pagas para llegar al sexo La mirada de los otros , 2002 

Momentos del cine (VII)

Si eres alguien que no es nadie no es divertido estar con los alguien que son todo el mundo. Will Ferrell y Radha Mitchell en Melinda y Melinda , 2004