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Mostrando entradas de septiembre, 2010

Mementos del cine (XXXIX)

Es increíble cómo le funciona la cabeza. Nada de culpabilidad. No tiene dudas. Ni le da miedo nada. Sólo la busca impúdica de una gratificación material inmediata. (...) me dijo un montón de cosas. Yo me las creí a todas.  Rebecca De Mornay en Negocios riesgosos , 1983

Mementos del cine (XXXVIII)

(...) el valor de un ser humano comienza justo cuando esa persona está dispuesta a dar su vida por sus convicciones. Dígaselo a mi mujer.  Valkiria , 2004

Mementos del cine (XXXVII)

Ir a descargar No escribo porque tenga una idea, escribo porque no sé hacer otra cosa. Una pura formalidad , 1994

Mementos del cine (XXXVI)

(...) si el crimen pudiera matar con él sus propias consecuencias y asegurara con la muerte el triunfo definitivo. Si este golpe fuera todo lo que hubiera que hacer, bastaría entonces saltar por encima del tiempo y entrar de una vez en el futuro.  Pero en estos casos se nos juzga aquí mismo, en el fondo de nuestra conciencia, donde las lecciones de sangre se revelan contra el propio maestro.  John Stride en Macbeth , 1971

Mementos del cine (XXXV)

Dobel dice que los crímenes de los nazis fueron tan inmensos que si toda la raza humana desapareciera como castigo, podría argumentarse que estaba justificado. Todo lo demás , 2003

Mementos del cine (XXXIV)

Rompí con una chica y me enviaron a un psiquiatra, dijeron... dijo... en fin... ¡¿Por qué está tan deprimido, y ha hecho todo lo que ha hecho?! Y yo dije, bueno... porque yo quería a esa chica y me dejó... y él dijo... en fin... pues tenemos que estudiar eso... y yo dije no hay nada que estudiar: yo quería a esa chica y ella me dejó. Y el dijo: pues, tenemos, en fin... ¡¿Por qué es tan intenso, por qué su sentimiento es tan intenso?! Y yo: porque quiero a esa chica. Y él: bien, bien, ¿y qué hay debajo de eso? Y yo dije: nada, debajo de eso quiero... en fin... quiero a la chica. Y el dijo: pues tendré que darle medicación o algo. Yo: no quiero ninguna medicación, quiero a la chica. Y el dijo: bien por lo menos tenemos que trabajarlo. Y en ese momento, arranqué de cuajo el extintor de incendios de la pared y le atizé. Le atizé en todo el cogote. Y al instante, unos tíos de la compañía eléctrica me enchufaron unas pinzas de batería en la cabeza. Todo lo demás , 2003

Mementos del cine (XXXIII)

(...) El sabio anciano entendió que las cosas eran así. Pero algo en él seguía echando de menos el hielo, donde todo era radiante, absoluto, implacable. Aunque le acabó gustando la idea del terreno irregular, no podía vivir allí. Así que se vio abandonado en una isla entre la tierra y el hielo, ajeno a ambos. Y ésta era la causa de sus penas. Wittgenstein , 1993

Mementos del cine (XXXII)

Michael Gough en   Wittgenstein , 1993

Mementos del cine (XXXI)

Eres un sentimental desde luego más que ella (...) resumiendo: te habías propuesto traicionarme como si no hubieras sido tú quien me cortejó durante años con tu deseo de arrancarte de la multitud, del rebaño, de la masa del hombre vulgar y normal, del obediente lector...  la comedia ha terminado: ahora empieza la tragedia. Más allá del bien y del mal , 1977

Mementos del cine (XXX)

J. T. Walsh en Sin rastro , 1997

Fragmento de El más hermoso

Es como el asunto de la blasfemia; la blasfemia no se sostiene porque no es perdurable el estado aquel que suaviza todo objeto evocador de dolor. Por eso el blasfemo teme ser castigado cuando se arrepiente de haber hecho eso, blasfemar, y cree que, inclusive, su desprotección y temor es producto de un acto condenable: haber blasfemado. Pero la verdad, la pura verdad es que ya no es un blasfemo; pues esto no es algo que se es aún cuando ya se ha dejado de blasfemar ¿Y el arrepentido? A partir de que un hombre se arrepiente, justo después de asumir su culpa, se transforma en un impostor ante los demás; asumir la culpa sólo tiene valor para quien quiere hallar un culpable pero no para quien se adjudica la culpa; por ende este debe hacer de modo que esa culpa no lo fustigue y hará todo por eso y nunca quién asumió una culpa hizo otra cosa. Este es el castigo más importante del culpable, decía Juvenal: nunca ser absuelto en el tribunal de su propia conciencia; está bien que haya

Mementos del cine (XXIX)

E, s, a, r, i, n, t, u, l, o, m, v, f, c...    La escafandra y la mariposa , 2007

Mementos del cine (XXVIII)

-Buscan su idiota interior, nadie lo hará por ellos. ¿Para qué sirve una sociedad cada vez más rica si no hace más feliz a nadie? En la Edad de Piedra, por ejemplo. Los idiotas morían. Hoy no tiene que ser así. Ser un idiota... es un lujo, un adelanto. Los idiotas son el futuro. (...) -¿Cómo se puede justificar actuar como un idiota? -No se puede. [...] Existe algo más que el significado de las cosas, que la intencionalidad.  [...] Una empresa es una religión. Los idiotas , 1998

El sustrato sueco y humorístico de la vida

Los Simpson , XXI, 12 Fuente: Mas Simpsons

Mementos del cine (XXVII)

Giulietta Masina y Richard Basehart en La Strada , 1954

Mementos del cine (XXVI)

Era psicótico pero no esquizofrénico, era expansivo, intruso, un eufórico inapropiado. Creo que es maníaco (...) Dadle unas cuantas horas y creerá otra vez que puede volar.   Mr. Jones , 1993

Mementos del cine (XXV)

Hay dos formas de decir no a alguien que crees realmente más fuerte que tú. La primera es no decir nada, y seguir haciendo alegremente lo que hacías, fingiendo que no oíste nada. (...) y la segunda es decir no de forma tan amable y considerada que lo deje confundido.  Joseph Fiennes y las manos de Peter Ustinov en Lutero , 2003

Mementos del cine (XXIV)

Simplemente no eres sincero. Dios no está enfadado contigo, tú estás enfadado con Dios.  Lutero , 2003

Mementos del cine (XXIII)

Ese pequeño monje alemán, borracho. Está embriagado de sí mismo. ¡Despertadle! Lutero , 2003

Mementos del cine (XXII)

Esas locas cabezas griegas Satiricón , 1969

Mementos del cine (XXI)

Mejor colgar a un marido muerto que perder a un amante vivo Satiricón , 1969