Es lógico que se desarrollen esos sistemas que muchas veces empiezan siendo formas de computar el tiempo y terminan convirtiéndose en fórmulas ya bien de atribuir virtudes o defectos según cuando hayas nacido, ya bien de proveer un método de adivinación según cuándo sea el acontecimiento.
¿Por qué fijar el signo del zodíaco en el momento del nacimiento y no antes, por ejemplo, en la concepción? ¿Es que antes de nacer no nos influyen los astros? (...) Yo, por ejemplo, nací en el 28 de julio y, desde niño, me han dicho que yo era Leo. Yo miro ahora los parámetros astronómicos y el signo que me corresponde es Cáncer. (...) Esas incongruencias responden a que estamos usando un sistema anclado en una visión geocéntrica y del pasado. (...)
O sea que yo sería Leo si hubiese nacido hace casi 3 000 años.
Lo que están describiendo como propio de un signo, es propio, en realidad, de cualquier otro signo. De todos los signos del zodíaco.
en Horóscopo [La navaja de Ockam], 2019