Yo no sabía que podías hacerte preguntas sobre la fe. Recuerdo una imagen, hacia el final [en El manantial de la doncella], que sigue afectándome hoy en día... —cuando ruedo algo contemplativo, siempre lo grabo de espaldas— cuando el padre piensa en el asesinato, sube a la colina y hay un pequeño árbol en lo alto —no sé por qué eso me afectó tanto— y entonces mira el árbol y hace (gesto con las manos y brazos, imitando a quien quiere derribar un pequeño árbol).
—Ang Lee
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Cuando estaba en el instituto, fui a ver El manantial de la doncella, porque pensaba que era porno. Me aburrió un montón y esa fue mi primera experiencia con Bergman. Debería volver a verla. Llevo tiempo queriendo hacerlo.
—Takeshi Kitano
Mis pensamientos más profundos sobre Bergman son que él no simplifica los problemas.
—Zhang Yimou
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Yo he visto todo lo que hizo Bergman y no creo que ni él mismo lo hiciera. He visto los anuncios que ha hecho. Todos. Hora tras hora. [...] No sé cuántas cartas le escribí sin recibir respuesta; así que, al final, me cansé y dije “Se acabó”, pero, entonces volví a ver Fresas salvajes [...] y le escribí: “¡Qué película más buena, tío!”. Me daba igual si no me contestaba y, por supuesto, no lo hizo. [...] Y ahora está muerto. [...] Él no quería tener ningún contacto conmigo. [...] Y me molesta. El muy desgraciado podría haber dicho “Ven a Fårö y hablaremos una hora”, pero no lo hizo, y estoy enfadado, pero le quiero tantísimo...”.
—Lars con Trier
Ang Lee, Takeshi Kitano, Zhang Yimou, Lars con Trier e Ingmar Bergman en Descubriendo a Bergman, 2013