La razón por la que me dejarán ir es la misma por la que usted cree que me deben condenar; me codeo con algunos de los hombres más viles y sádicos que son los líderes de hoy en día.
Pero algunos de esos hombres son los enemigos de sus enemigos.
Y mientras el traficante de armas más importante es su jefe, el presidente de los Estados Unidos, envía más mercadería en un día que yo en un año, a veces es vergonzoso tener sus huellas en las armas, y a veces necesita un trabajador independiente como yo para proveer las fuerzas a las que él no puede proveer, porque no puede ser visto haciéndolo.
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–¿Así es cómo quieres que te recuerden?
–No me interesa para nada que me recuerden; si me están recordando quiere decir que estoy muerto.
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